Teoría del viaje al pasado

¿Se puede ver el pasado?

El hombre lleva cientos de años intentando viajar en el tiempo o, al menos, intentando poder ver tanto el pasado como el futuro. Algo de esto, con paciencia, es posible que consigamos algún día.

A continuación trataré de hacerles ver cómo y lo haré a través de una teoría. Esta teoría está basada en deducciones a las que llegué gracias a la unión de datos y opiniones encontradas en publicaciones y personas de mi entorno.

Todos sabemos por qué vemos los objetos y cuál es la explicación física de esta útil propiedad que poseen muchos animales pero para entrar en materia lo voy a describir.

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Cuando el ser humano, o cualquier otro animal capaz de percibir visualmente, ve un objeto, lo que en realidad está viendo es la luz que desprende dicho objeto. Por ejemplo, cuando vemos una camisa roja es porque dicha camisa se compone de un material que tiene la propiedad de absorber todos los colores menos el rojo. Éste sale desprendido en forma de luz rebotada para llegar a nuestra retina. Exactamente lo mismo pasa con el blanco, el negro y el resto de los colores. Un ejemplo práctico que demuestra esta realidad es el hecho de que la ropa de color blanco es más fresca que la de color negro. Esto se debe a que el blanco es el compendio de todos los colores y cuando por ejemplo, una camiseta es blanca, es porque refleja todos los colores sin absorber ninguno lo que se traduce en protección de luz-calor para quien lleva dicha prenda. Todo lo contrario ocurre con el negro, este color es la falta total de luz-calor por lo que deducimos que la camiseta negra no desprende nada de luz, es decir, la absorbe por completo proporcionando calor a quien la viste.

Dicho esto, hemos entendido perfectamente que los objetos, visualmente, no son más que luz. Esta luz llega a nuestros ojos y dependiendo de las propiedades del objeto lo veremos de un color o forma diferentes.

Hemos añadido una variable importantísima al hecho de ver los objetos y no es otra que la luz. La luz, por supuesto, viaja en el espacio y lo hace a una velocidad de 299.792,458 Km/s, he aquí dos variables más, el espacio y el tiempo.

La base principal de la teoría es que “todo lo que vemos, en realidad, es el pasado”. Me explico, cuando un objeto para que pueda ser visto emite “su luz” lo hace a ~300.000 Km/s. Debido a su elevada velocidad, cuando vemos algo cercano es imposible percibir que lo que vemos es el pasado pero si el cuerpo que observamos estuviese muy, muy lejos, lo suficiente para que la luz tarde cierto intervalo de tiempo en llegar a nuestros ojos desde su origen, entonces, sí percibiríamos el “retardo”.

Pongamos un ejemplo,
Imaginemos que tengo un interruptor en la tierra que, de modo instantáneo, puede detonar una bomba colocada en un planeta que, por su tamaño, se ve desde la tierra a simple vista. Dicho planeta está situado a 3.000.000 Km. por lo que el tiempo que tarda la luz en trasladarse desde su emisión en el planeta es de 10 segundos. Si nosotros cogiésemos el interruptor y, mirando hacia el planeta detonásemos la bomba, pasarían exactamente 10 seg. hasta ver que el planeta explota. Lo que deducimos de esto es que cuando vemos cómo explota el planeta, lo que vemos, en realidad, es el pasado. Es decir, cuando vemos explotar el planeta vemos lo que había sucedido 10 seg. antes.
Este es un ejemplo completamente real y válido. La luna tiene un “retardo” de ~1 seg. y el sol de ~500 seg. (~8 minutos). Lo que quiere decir que la luna está aproximadamente a 300.000 Km. de la tierra y el sol, también de modo aproximado, a 150 millones de Km. (500 s. x 300.000 Km/s). Cuando miramos al sol vemos cómo era el sol hace 8 minutos no cómo es en el momento de mirarlo, esto corrobora la base de la teoría antes mencionada, “todo lo que vemos, en realidad, es el pasado”.

A día de hoy existen súper-telescopios con los que se pueden ver cuerpos situados a trillones y trillones de Km. de la tierra. Es el caso del telescopio Hubble con el que hace poco se descubrió un planeta con atmósfera del tamaño de Júpiter y orbitando en la constelación de Pegaso. Este planeta está situado a 150 mill. de años / luz de la tierra, es decir, a 150 mill de años viajando a la velocidad de la luz o, lo que es lo mismo, a ~1.420.000.000.000.000.000.000 Km. de la tierra.

Tal y como hemos visto anteriormente, el “retardo” de la visión que tenemos de la luna es de ~1 seg. por estar ésta a ~300.000 Km. de la tierra y por ser la velocidad de la luz de ~300.000 Km/s. por ello podríamos afirmar que la distancia de la tierra a la luna es de un segundo / luz, es decir, 1 seg. viajando a la velocidad de la luz. Uniendo esta idea con la del párrafo anterior podemos concluir que, lo que vemos cuando observamos este lejano planeta de la constelación de Pegaso es, en realidad, cómo era dicho planeta hace 150 millones de años. (150 mill. de años de “retardo”).

La deducción hasta aquí nos ha permitido comprender que cuanto más lejos está un cuerpo mayor es el “retardo” de “su luz”, es decir, más hacia atrás en su tiempo viajamos al observarlo.

Entrados en materia y, siguiendo con el tema que nos atañe, el planteamiento inicial de la posibilidad de ver el pasado, realmente, comienza a tomar forma. Imaginemos, haciendo un esfuerzo de inteligencia espacial (nunca mejor dicho), que el hombre fuese capaz de alcanzar velocidades muy superiores a la de la luz, varias veces la velocidad de la luz. Si saliésemos de la tierra y emprendiéramos un viaje a esta velocidad, llevando con nosotros el supertelescopio Hubble, podríamos llegar a instalarnos en un planeta, colocar el Hubble en dirección a la tierra y, puesto que hemos cogido “ventaja” a nuestra luz yendo más rápido que ella, ver a través del telescopio nuestro propio pasado.

Voy a estructurar esta Hipótesis con datos concretos:

Salimos de viaje, es el año 2002. Nuestra velocidad de crucero es de 30 mill. de Km/s (100 veces la velocidad de la luz). Recorremos una distancia de 1.000 años luz y lo hacemos en 10 años. Cuando llegamos al planeta para instalarnos estamos en el año 2012. Hemos cogido mucha “ventaja” por lo que “nuestra luz” del año 2002 aún está viajando, concretamente está a 10 años luz de la tierra. Colocamos el telescopio y observamos la tierra, estamos en el año 2012 pero debido a la distancia que nos separa de la tierra, en realidad, vemos cómo era ésta hace 1.000 años, es decir, vemos el año 1012. Con precisión, podemos observar a los ilustres personajes de la edad media o cómo Galicia, provincia española, fue destruida por los árabes y conquistada por los vikingos..

Dependiendo de la velocidad con la que viajemos, del tiempo y del espacio que recorramos podremos observar cualquier época de nuestro pasado. Hay que tener en cuenta que lo único que se podrá hacer es observar. Lo que veremos serán hologramas de luz que llegan con “retardo” a nuestro telescopio pero no podremos participar en el pasado ni modificar nada de él. Esta última parte la dejamos para algún teórico einsteniano, de momento.

¿Se puede ver el pasado?, ¿y ahora qué me dicen?

Pues yo sí que tengo algo que apuntar y es que Albert Einstein, en uno de sus numerosos escritos fisico-cuánticos habla sobre la velocidad de la luz y una de sus conclusiones es que es imposible de alcanzar. Según este eminente físico, y en teoría, cualquier cuerpo que viaje a velocidades cercanas a la de la luz acaba por desintegrarse antes de conseguir alcanzarla. Esto a día de hoy es una teoría sin demostrar que, de hecho y en contra de ella, hace años se descubrieron unas partículas de composición nanosimple denominadas Taquiones. Dichas partículas se supone que viajan a velocidades superiores a la de la luz sin desintegrarse, lo que deja las puertas abiertas a un posible viaje de este tipo. Véase, http://www.ovnis.com.mx/ovni/los_taquiones.htm

Lo cierto es que sin algún día somos capaces de superar la velocidad de la luz vamos a poder conocer muchas cosas de nuestro pasado, piénsenlo, las aplicaciones son infinitas.

Ya hemos podido ver que, teóricamente, se puede ver el pasado en forma de hologramas de luz. La clave consistía en viajar a velocidades superiores a la de la luz y así coger “ventaja” a nuestra propia luz y observar la llegada de nuestra emisión de luz con “retardo”.

A continuación y, denominándola “Teoría de los espejos”, voy a tratar de hacerles ver que es posible conseguir ver nuestro pasado aplicando la teoría inicial y sin necesidad de superar la velocidad de la luz que era nuestro principal inconveniente.

Su propio nombre da a entender de qué se trata, “teoría de los espejos”. Vayamos directamente a un ejemplo práctico:
Año 2002 salimos de viaje. Tripulación, 100 Robots-Androide en Stand-by hasta finalizar el viaje. Velocidad de crucero, 30.000 Km/s. Destino, un planeta con atmósfera situado a 10 años luz de la tierra. Tiempo empleado en el viaje, 100 años. Llegamos al planeta, año 2100. Cogemos un telescopio y apuntamos a la Tierra, debido a la distancia que nos separa 10 años/luz observamos cómo era la tierra en el año 2090, es decir, hace 10 años.

Los Robots ya pueden colocar los espejos, unos enormes espejos en dirección a la Tierra. Desde este momento y desde la tierra a través de los espejos y utilizando otro telescopio vemos perfectamente los espejos y gracias a ellos podemos observar nuestra propia emisión de luz que rebota para llegar a nosotros. Debido a la distancia entre los espejos y la tierra lo que vemos es a nosotros mismos hace 20 años. 10 años que ha tardado nuestra luz en ir al planeta donde están los espejos y 10 años que ha tardado en volver rebotada.

Y ya, para completar el proyecto, podemos hacer viajes de este tipo todos los años. Viajes en los que recorremos distancias diferentes, por ejemplo mayores, y así poder ver cada vez más atrás en nuestro tiempo.

Cómodamente desde nuestra casa, con telescopios y gracias a estos espejos colocados estratégicamente por todo el universo podemos observar todo el transcurso de nuestra existencia pasada.

¿Ven algún inconveniente?

Pues yo sí.. y es que hay una evidente necesidad. Una fuente de energía infinitamente superior a las actuales.

Solución: investigar, investigar, investigar.

¿Cómo lo ven?

Bueno, espero que el artículo se haya hecho lo menos pesado posible, espero que si no se han fascinado con mis palabras al menos hayan podido abrir un poco más su pensamiento, y espero también, que si establecen un debate sobre todo esto, el tema se agote antes que los contertulios.

Un saludo.

Texto original escrito por Oscar Alija Rubio y extraido del extinto foro de la web.